En estas centrales se genera electricidad a partir de la energía recogida en un fluido que mediante unos campos solares de alta concentración se calienta. Por medio de un intercambiador de calor, éste cede su poder calorífico al agua que cambiará su estado a vapor, de ahí a energía cinética mediante una turbina y con un generador se transformará en eléctrica lista para su aprovechamiento.
La energía termosolar tiene capacidad de almacenamiento por lo que es susceptible de ajustarse perfectamente a la demanda pues puede funcionar 24 h. Esta es una de sus principales ventajas frente a otras renovables.
Se da la paradoja de que normalmente los países con menor desarrollo económico y energético disponen de un gran recurso solar.
La tecnología termosolar supone una gran oportunidad para acceder a la electricidad en zonas aisladas.
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